En contexto de crisis climática, el compostaje y reciclaje no son las únicas herramientas para ayudar al planeta. Nuestras decisiones – incluso las financieras – afectan a nuestro entorno natural. Es por eso que las Re-Fi del inglés Regenerative Finances han cobrado cada vez más relevancia en el mundillo de los números y el dinero. Así que aquí estamos Tribu amada, para contarles de qué se trata este sistema financiero y cómo pueden incorporarlo en sus hábitos diarios.
A decir verdad, si les decimos que la economía impacta en el medio ambiente no estaríamos descubriendo la pólvora. Lo saben, pues:
- Los modelos económicos que priorizan el crecimiento constante y el desarrollo sin límites suelen ignorar los límites ecológicos.
- La producción de bienes y servicios muchas veces implica el uso de recursos naturales, la generación de residuos y emisiones contaminantes.
- Las actividades económicas, especialmente la quema de combustibles fósiles para la energía y el transporte, son una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, lo cual contribuye al cambio climático.
- Muchas veces la economía puede afectar directamente a comunidades y grupos vulnerables a través de la contaminación ambiental, la pérdida de empleos debido a cambios en la industria, la degradación del medio ambiente y la desigualdad económica.
- La demanda económica de recursos como minerales, madera, agua y tierras cultivables puede llevar a la sobreexplotación y agotamiento de estos recursos
Por nombrar tan solo algunas de las consecuencias del sistema económico tradicional.
Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando decimos finanzas regenerativas?
Son un enfoque dentro del ámbito financiero que busca alinear las inversiones y prácticas financieras con objetivos sociales y medioambientales, con el propósito de crear un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Es un enfoque que va más allá de la rentabilidad financiera a corto plazo y se centra en generar beneficios sostenibles y regenerativos para las comunidades, el planeta y el sistema financiero en su conjunto.
Son una combinación de la economía regenerativa y las finanzas descentralizadas que tiene como objetivo crear nuevos modelos y sistemas financieros que puedan crecer y asegurar ganancias sin explotar y agotar los recursos que necesitan para generarla.
Y si aplicases las finanzas regenerativas a tu vida, ¿cómo se vería?
Fácil. Imagínate desarrollando hábitos financieros saludables que hagan que tus recursos personales rindan más y a largo plazo. ¿Cómo? Anota estos consejos:
- Saber ahorrar también es saber manejar tu tiempo y energía
¿Te acordás de la película “El precio del mañana” con Justin Timberlake? El mensaje queda muy claro: el activo más importante de todos es nuestro tiempo. Así que la recomendación sería: ahorrá tiempo, energía y, por último, dinero. Porque la gestión efectiva del tiempo y tu energía te va a permitir ser más productivo en el trabajo y en tu vida cotidiana. En consecuencia, te va a ayudar a lograr tus metas financieras, mejorar tu salud mental y encontrar el equilibrio perfecto entre trabajo y vida personal. - Conocé tus emociones y tus hábitos de consumo
La clave está en comprender que hay una relación directa entre las emociones y las decisiones financieras, de forma que podamos tomar decisiones más conscientes y evitar así el caos financiero. Una vez que entiendas cómo eso influye en tu economía, vas a poder desarrollar estrategias para que lo emocional no te juegue en contra. - Planificá tu futuro a largo plazo
Fundamental tanto para el ámbito laboral como para la planificación financiera personal. Tener una visión a largo plazo te va a permitir tomar decisiones más informadas y evitar situaciones de endeudamiento o falta de recursos en el futuro. Además, te vas a poder focalizar en medios de inversión y financiación que se adecúen específicamente a tu búsqueda.
En resumen, las finanzas regenerativas son una forma de interpretar el entorno económico, pero también pueden aplicarse a tu forma de vivir la vida. La gestión del tiempo, el entendimiento de nuestras emociones y la planificación a largo plazo son prácticas súper valiosas en todos los aspectos de nuestras vidas, incluido el trabajo y la gestión financiera personal.
